El acabado de nuestras creaciones representa el 90% del resultado final de nuestro proyecto; por eso, resulta esencial el uso de la plancha a lo largo de nuestro trabajo. Cada vez que terminemos una parte, por ejemplo una manga, es recomendable fijarla con la plancha antes de continuar uniendo las demás partes de la prenda.
¿Cómo se comporta un tejido elástico?
Mediante el punto y el ganchillo realizamos tejidos con más o menos elasticidad dependiendo del tipo de hebra y/o tensión que hayamos utilizado. Todo tejido con elasticidad puede ser modificado con cierta facilidad, podemos alargar o reducir la medida según nos convenga pero arriesgamos a deformar el entramado que hemos tejido y que tienda a volver a su ser.
¿Cómo planchar?
Bien, para evitar la deformación de nuestro tejido, el planchado consiste en ejercer pequeños golpecitos sobre la superficie evitando presionar y deslizar la plancha sobre él; de esta manera, se fijará y mantendrá la medida que hemos tejido.
En caso de que tengamos costuras, es recomendable también plancharlas para que queden planas y evitar un efecto exterior indeseado.
Todo aquello que planchemos, debe esperar unos minutos en esa posición para que se evapore tanto el calor como la humedad que ha generado el vapor en caso de que lo hayáis utilizado.
Recuerda, la plancha es tu mejor amiga
